En un entorno empresarial cada vez más digitalizado, adquirir tecnología ya no es una decisión puramente operativa: es una decisión estratégica. Sin embargo, muchas empresas —especialmente pymes o negocios en crecimiento— siguen cometiendo errores al renovar o incorporar nuevos equipos IT, lo que termina afectando su productividad, su presupuesto y, en algunos casos, incluso su seguridad.
La buena noticia es que el renting tecnológico no solo facilita el acceso a equipamiento profesional, sino que también ayuda a evitar los errores más frecuentes en la adquisición de tecnología, gracias a su modelo flexible, asesorado y escalable.
A continuación, repasamos los errores más comunes y cómo el renting actúa como solución preventiva.
1. Comprar equipos por encima o por debajo de las necesidades reales
Uno de los errores más habituales es invertir en equipos que no se ajustan al uso real que se les dará. Esto puede pasar en dos direcciones:
-
Sobre-especificación: adquirir dispositivos de gama alta que quedan infrautilizados, generando un sobrecoste innecesario.
-
Infra-especificación: optar por opciones económicas que no rinden adecuadamente, provocando cuellos de botella, lentitud y frustración en el equipo.
¿Cómo lo resuelve el renting?
Los contratos de renting suelen ir acompañados de asesoría técnica profesional, que evalúa las necesidades reales de cada departamento o puesto de trabajo. Así, se seleccionan los equipos adecuados para cada tarea —ni más, ni menos— optimizando el coste y el rendimiento desde el primer día.
2. Ignorar los costes ocultos de mantenimiento, reparación y actualización
Comprar un equipo no termina con el pago inicial. Es necesario considerar el coste total de propiedad (TCO), que incluye:
-
Mantenimiento preventivo y correctivo
-
Reparaciones por averías o desgaste
-
Sustitución de piezas
-
Actualizaciones de hardware o software
Muchas empresas no presupuestan estos gastos, lo que genera desajustes financieros o deja a los equipos sin el mantenimiento necesario.
¿Cómo lo resuelve el renting?
Los contratos de renting tecnológico incluyen mantenimiento y soporte técnico como parte del servicio, por lo que estos gastos ya están contemplados y distribuidos en cuotas mensuales. Esto permite una mayor previsibilidad financiera y asegura que los dispositivos se mantengan en condiciones óptimas durante todo su ciclo de uso.
3. No planificar la escalabilidad ni la compatibilidad futura
Las necesidades tecnológicas de una empresa pueden cambiar rápidamente. Al adquirir equipos en propiedad, muchas veces se piensa en el presente sin proyectar el crecimiento futuro, lo que genera problemas como:
-
Incompatibilidad con nuevos sistemas
-
Falta de recursos para ampliar la red o infraestructura
-
Costes elevados para adaptarse a nuevas exigencias operativas
¿Cómo lo resuelve el renting?
El renting ofrece una estructura flexible y escalable, que permite:
-
Añadir nuevos dispositivos cuando la empresa crece.
-
Cambiar o actualizar equipos si surgen nuevas necesidades.
-
Evitar la obsolescencia gracias a ciclos de renovación más cortos.
En lugar de quedar atado a una infraestructura fija, la empresa evoluciona al ritmo del mercado y de sus propios objetivos.
4. Descuidar la ciberseguridad y el soporte técnico
En muchas adquisiciones de tecnología, la seguridad suele quedar en segundo plano, o se gestiona de forma reactiva, tras algún incidente. Del mismo modo, algunas empresas confían en soporte externo eventual o interno limitado, lo que puede generar tiempos de respuesta lentos o falta de especialización.
¿Cómo lo resuelve el renting?
Las soluciones de renting tecnológico suelen estar acompañadas de:
-
Sistemas de protección integrados (antivirus, firewalls, cifrado).
-
Políticas de seguridad personalizadas según el tipo de empresa.
-
Soporte técnico incluido, con asistencia remota o in situ.
-
Servicios de backup, recuperación de datos y monitorización de amenazas.
Esto no solo evita incidentes, sino que permite una respuesta rápida y profesional si ocurre cualquier imprevisto.
5. Comprometer capital en una inversión difícil de revertir
Comprar tecnología implica una inversión de capital importante y poco líquida. Si el equipo no cumple con las expectativas o si el negocio cambia de rumbo, los equipos comprados se convierten en activos obsoletos o innecesarios, que pierden valor rápidamente.
¿Cómo lo resuelve el renting?
Con renting no se compromete una gran inversión inicial. Además:
-
Si una solución no funciona como se esperaba, se puede ajustar o reemplazar.
-
Si cambia el volumen de trabajo, se puede escalar hacia arriba o hacia abajo sin penalizaciones significativas.
-
La empresa conserva liquidez para otras prioridades estratégicas: talento, marketing, expansión, etc.
En resumen, el renting minimiza el impacto de los errores tecnológicos, convirtiéndolos en ajustes, no en fracasos costosos.